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Salud

Cómo motivarte en el deporte

El deporte, como otras actividades físicas, implica competencia y logros deportivos. No todos tenemos las mismas capacidades atléticas para triunfar en una determinada disciplina, pero entrenando fuerte se pueden conseguir muchos objetivos. Y para eso se necesita motivación.

Existen dos tipos de personas en el deporte: las que compiten muy duramente y las que lo hacen por simple hobby, sin ánimos de realizar marcas o logros. Ambas razones están bien, pero si nos tomamos un deporte de forma más o menos seria, nuestro cuerpo y nuestra mente lo agradecerán.

A nivel físico y de habilidad, practicar deporte tonifica los músculos y articulaciones, y a nivel mental, es cuando entra en juego la motivación. Cuando se consigue un logro que llevas tiempo buscando, la sensación es magnífica, y es la recompensa que nos debe llevar a intentar el objetivo con más ganas y determinación.

La motivación es la causante inmediata de que una persona pueda concluir un maratón, pueda ganar un campeonato de tenis, o dedicarse de forma profesional a un deporte de equipo.

Sin motivación no hay objetivo, y sin objetivo, la práctica no tendrá la misma efectividad, ya que sin ánimos mentales uno no tiene ganas de entrenar, ni afán de superación.

A continuación, te damos  varios consejos para motivarse más y alcanzar metas:

–  Establecer pequeños objetivos continuos. De nada vale decir «mi único objetivo es terminar el maratón de 42K». Es mucho mejor ir programando pequeñas metas más fáciles, por ejemplo correr una competencia de 10K e ir progresando, así la motivación se mantiene constante.

–  Buscar el placer en el entrenamiento. Será más fácil no abandonar en medio de un entrenamiento.

–  Variar los ejercicios. Con ligeros cambios en la actividad deportiva, es mucho más fácil divertirse y motivarse en lugar de un ejercicio monótono. Escuchar los consejos de los más experimentados o de tu entrenador.

–  No sobreentrenarse. Es fácil caer en este error. Piensas que no vas suficientemente entrenado y tratas de incrementar la duración o intensidad de tus ejercicios metiéndote auténticas “palizas” físicas. Los logros y metas valen la pena cuando se logran en competición, no en entrenamiento.

–  Buscar a alguien para compartir la pasión. Trata de encontrar alguien que realmente esté motivado y mentalizado para tomarse un deporte de la misma forma que tí. Con un compañero, en un grupo de entrenamiento,  además de establecer vida social, también te puedes motivar de forma mutua.

Las metas deportivas no deben convertirse en obsesión. Puede que te guste mucho correr, jugar al handball, o nadar en la piscina, pero sé consciente y no llegues a obsesionarte para alcanzar tus metas deportivas. Primero, porque el sueño de ser un profesional puede llevarte a la locura y a crearte daños físicos, y segundo, porque nuestra salud psicológica debe primar siempre por sobre el deporte. Un dicho italiano dice “Piano, piano, si va luntano” (paso a paso se llega lejos)…