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Actualidad

La esperanza el tenis argentino

Nadia Podoroska tiene 15 años y es una de las esperanzas del tenis argentino. «Mi ilusión es ser la número 1 del mundo», confiesa en una charla
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Juega con desenfado y tiene 15 años. Por eso en este alicaído tenis femenino argentino, Nadia Podoroska sobresale en una cancha de tenis con su juego fresco y agresivo. Y también porque ya esta 658ª en el ranking mundial de mayores y su futuro ilusiona a todos. Es una esmeralda que puede brillar con luz propia en breve. Y tiene un sueño grande: «Mi ilusión es poder llegar a vivir del tenis. Y ser la número 1 del mundo, claro», afirma con seguridad.

«Fue un año muy bueno. Saqué ranking de la WTA, que para mi edad está muy bueno, pude hacer mi primera gira a Europa y probarme con las chicas de allá. Además hice bastantes cambios técnicos y me estoy sintiendo cómoda. Ahora estoy intentando terminar el año lo mejor que pueda», dice la Peque, amante del rock nacional, nieta de ucranianos que llegaron al país en el siglo pasado. La chica que comenzó a jugar a los 5 años en el Club Atlético Fisherton ingresó este año en el escalafón internacional con una buena actuación en el Women’s Circuit de Rosario, cuando llegó a los cuartos de final.

Y si bien juega torneos juveniles ya se mezcla en los certámenes con profesionales. «Hay una diferencia grande de físico», cuenta esta hincha de Central. Y agrega «a mí todavía me falta desarrollarme y eso se ve en la firmeza al jugar. También tienen más experiencia porque al tener mayor cantidad de partidos jugados se nota en los puntos importantes o en los que definen los partidos», le dice a Clarín sobre su incursión en el tenis grande.

Podoroska jugó su primer torneo a los 9 años y lo ganó. Allí comenzó a mostrar su nivel y entusiasmo, aunque a los diez años dejó de jugar seis meses por un accidente de su padre. Cuando retomó la actividad su entrenador fue Carlos Rampello, el actual DT. «Como virtudes, mucha gente valora mi actitud en la cancha. Yo también la valoro y en la cancha estoy bastante segura y confío en mí. Como debilidad encuentro que a veces estoy incómoda y me aparecen las dudas. Con el tiempo, la edad y los partidos eso se va a ir mejorando», cuenta la chica que, cuando sonríe, deja ver los brackets en sus dientes.

En noviembre del año pasado consiguió en un Future en Chile su primer punto para el ranking. Lo hizo a los 14 años y 9 meses y fue la tercera en la historia de nuestro tenis femenino. ¿Las otras? Gabriela Sabatini, con cuatro meses menos, y Gisela Dulko, con 14 años y siete meses.

¿Tenés presión cuando te van a ver? Fue la pregunta. La buena devolución vino rápido: «Al principio, cuando me iban a ver mis padres, mi familia, sí. Pero este año lo fui superando al lograr resultados. Ahora me hizo mejor porque me motiva jugar, así que eso ya lo superé».

No tiene ídolos pero admira a las hermanas Williams, por su agresividad y potencia en la cancha. Amante del tenis desde chica dice que «el tenis es todo para mí. Estoy dedicado a esto por completo, no voy al colegio y entreno todas las mañanas y tardes. Tengo nutricionista, me cuido en las comidas. Y no salgo; mi vida está dedicada al tenis». Inmediatamente corrige «no voy al colegio pero estudio a distancia humanidades y ciencias sociales». El 10 de febrero cumplirá 16 y el 2013 la espera con los brazos abiertos. Habrá que ver si Nadia Podoroska pasa de promesa a realidad.