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Atletismo

Triatleta llega a la meta de Ironman de Florida con una periodista cuadripléjica

En una carrera que duraría horas, los problemas comenzaron al minuto de haber largado la dura competencia de 3,8 km de nado, 180 de bicicleta y 42 de pedestrismo.

Caryn Lubetsky, profesora de abogacía y corredora veterana aficionada a las largas distancias, el jueves pasado realizó en el Ironman de Panama City Beach. La competencia que combina 3,8 km nadando, 180 km en bicicleta y 42,195 km corriendo contó con detalle muy especial. Lubetsky no corrió sola sino que llevo a la periodista Kerry Gruson, quien, desde hace años, sufre de parálisis a raíz de un intento de estrangulación cuando trabajaba.

La carrera comenzó al amanecer con una temperatura de 30ºC, indicador de que se trataría de una jornada sofocante. Lubetsky empezó a nadar llevando a Gruson en un kayak atado a su cintura y, apenas hicieron unos metros, una gran ola las golpeó fuertemente, tirando a la periodista al agua y dejando a Caryn atrapada debajo del bote, con las dos cuerdas alrededor de su cuello.

Afortunadamente, Lubetsky no desesperó y junto con su equipo de apoyo, rescataron a Gruson que estaba a unos 9 metros de ellos en las aguas abiertas del mar. Enderezaron el kayak, consultaron a Kerry cómo estaba y, ante su respuesta positiva, siguieron camino.

Gruson, de 68 años, periodista de The New York Times y Miami Herald, siempre tiene este tipo de respuestas. Su condición de parálisis se originó luego de un intento de estrangulación que sufrió mientras, décadas atrás, entrevistaba a un veterano de de la Guerra de Vietman. El sujeto tuvo un flasback que llevó a su reacción y la privación de oxígeno derivó en que Gruson no pudiera mover sus piernas, apenas moviera los brazos y pudiera hablar. Sin embargo, esta situación la hizo más valiente. Comenzó a competir en carreras de resistencia un par de años atrás, tras conocer a Caryn Lubetsky.

“Al conocerla, uno se da cuenta de que es especial. Su alma y energía así lo hacen sentir”, explica Lubetsky. Pero Gruson tenía un sueño que quería cumplir. Cada vez que encontraba la oportunidad, expresaba su deseo de completar un Ironman, uno de los desafíos más duros.

Tras el escollo inicial de la ola y con el apoyo incondicional de los niños de cuarto grado del Miami Country Day School, con quienes Lubetsky compartió charlas sobre la fortaleza y superación de desafíos, la pareja de mujeres completó el agua en 1h20m.

Pero todo se complicó en la siguiente disciplina. Los 180k de bicicleta contaron con un viento frontal que dificultaba mucho avanzar y Gruson intentó para estabilizar su silla lo más que pudo y se mantuvo positiva durante todo el circuito. Finalmente completaron la distancia en 9h. “Lucho por mi vida en esto, haciendo el mayor esfuerzo que puedo”, contó Lubetsky.

Al momento de comenzar los 42,195k de pedesterismo, la luz del día era escasa y Lubetsky optó por usar una linterna frontal. Los primeros 21k, la dupla hizo un gran esfuerzo. La segunda mitad, convinieron disfrutarla. La multitud estaba eufórica y las alentaba a cada paso con carteles, choque de palmas, fotos y banderas. Los estudiantes de cuarto grado y sus maestros enloquecieron. Los últimos kilómetros fueron invadidos por las lágrimas de la emoción, los gritos de aliento y excitación.

Tras 15h47m08s, la veterana corredora y su compañera parapléjica cruzaron la línea de meta en uno de los desafíos más duros del deporte“Es un alivio, es emoción, es orgullo lo que siento. Es ser parte de algo mucho más grande que nosotras dos. Es una de las cosas más increíbles que jamás me sucedió”, resumió Lubetsky.