Connect with us

Actualidad

Bárbara Riveros: Imparable

El nombre de esta joven triatleta ha sonado fuerte por estos días. ¿La razón? El  20 de agosto se adjudicó el título mundial de la especialidad de distancias sprint, un triunfo sin precedentes en la historia chilena del triatlón. Hoy su objetivo es uno: representar por segunda vez a Chile en los Juegos Olímpicos de 2012. Y aunque su clasificación aún no está cerrada, todo parece predecir que lo logrará.

Bárbara Riveros (24) se siente optimista y con justa razón. Al cierre de esta edición figuraba como campeona mundial de triatlón. Título que consiguió tras una reñida competencia, en la que su triunfo se definió en los últimos 400 metros de la carrera. Con esto sigue sumando importantes puntos en el ranking para clasificar a los próximos Juegos Olímpicos Londres 2012, lista que ha encabezado durante varias semanas.

Sus marcas han sido un tapabocas para todos quienes alguna vez la subestimaron por sus escasos 1,57 m y 47 kilos. «Sin duda que soy de las más menudas dentro de las competidoras, pero cuando logras buenos resultados te ganas el respeto de tus compañeras y del público; me llena de orgullo ser reconocida por mis méritos», cuenta desde Dabos -ciudad suiza donde está entrenando-, al otro lado del teléfono.

Vive seis meses del año en Canberra (Australia), junto a una pareja de amigos. El resto del tiempo se traslada a diferentes puntos de Europa, mientras dure la temporada internacional.

«La carrera de Lausana fue bastante difícil. Dos días antes me picó una abeja en el ojo y además tenía una contractura muscular, por lo que mis expectativas se limitaban a dar lo mejor de mí, pero no imaginé un título mundial. Ese día fue mágico, en los últimos 500 metros iba peleando el 5° lugar y de repente comencé a avanzar y avanzar. No puedo explicar con palabras de dónde saqué las fuerzas para llegar primera».

¿A quién dedicas este triunfo? A todo Chile, y en particular a mi familia. Es muy lindo entregarle una medalla de oro a mi país, aportar aunque sea con un poquito de orgullo y felicidad, sobre todo a los jóvenes, que están pasando por un momento tan sensible.

Londres 2012 parece ser cosa segura. La clasificación aún no está cerrada y no me quiero adelantar. Sigo entrenando a mi ritmo, sin apuros. No me interesa ser una deportista que suba muy rápido, y que luego descienda con la misma rapidez. Claro que sería maravilloso clasificar y regalarle una medalla olímpica a mi país, pero me tomo las cosas con calma.

MINIATLETA
Su papá era corredor de pista, y durante sus últimos años de carrera fue el responsable de transmitir a Bárbara el amor por el deporte. «Empecé a participar en triatlones desde muy chica -tenía unos 8 años-, cuando íbamos a veranear con mi familia y hacían competencias en las mismas playas. Iba con mi papá y mi hermano. Aunque tengo que reconocer que para un niño es un deporte bastante duro».

A los nueve años se presentó en el Club Universidad Católica con la intención de practicar esta especialidad más formalmente. Pero había un problema, Bárbara solo sabía nadar ‘a lo perrito’, cuestión bastante desventajosa para este tipo de competencias. «Me mandaron para la casa y me dijeron que primero me inscribiera en clases de natación. Nunca fui, así que volví una vez más al Club UC y ellos me enseñaron a nadar crol», recuerda. Desde entonces no paró más. Comenzó una vida de entrenamientos rigurosos y horarios exigentes, siempre fiel a un sueño: llegar a unos juegos olímpicos.

Encontrar el equilibrio entre los entrenamientos y su vida escolar no fue tarea fácil. La educación básica la hizo en un colegio que aplicaba la pedagogía Waldorf, donde, asegura, aprendió a desarrollar su espiritualidad y mente. En primero medio se cambió al Saint George, lugar donde encontró el apoyo necesario para seguir practicando su gran pasión, sin arriesgar los estudios.

¿Te costó mucho compatibilizar el deporte con el colegio? 
La verdad, sí. Fue una época muy dura. Tenía que entrenar antes de ir a clases o después, así que llegaba bien cansada y con poca energía para seguir funcionando con el estudio. Muchas veces tenía que competir y no podía asistir a las pruebas y me tocaba dar exámenes posteriores. Fue agotador, pero agradezco esa época, porque aprendí mucho sobre perseverancia y determinación, y ese aprendizaje me ha servido a lo largo de toda mi carrera.

¿En qué momento decidiste dedicarte al triatlón profesional? Llegó un punto en mi vida en que sentí que tenía que optar entre una vida normal como la de mis amigos, con tiempo para la vida social y sin grandes responsabilidades, o la de una deportista profesional, con una disciplina rigurosa y los sacrificios que eso implicaba. Afortunadamente yo siempre tuve claro cuál era mi sueño, así que la decisión fue fácil. Me propuse convertirme en una deportista olímpica y trabajar duro para lograrlo.

PASAPORTE A AUSTRALIA
Cuando egresó de 4° medio se fue un año a Australia a entrenar y aprender inglés. Volvió a Chile e ingresó a la carrera de Nutrición en la Universidad de Chile. Nuevamente tuvo que elegir. Tras un año y medio en la universidad decidió congelar y dedicarse en un ciento por ciento al deporte. Fue así como se estableció en Australia para entrenarse.

¿Por qué te fuiste de Chile? Mi entrenador estaba en Australia, así que decidí irme con él. No me quise quedar en Chile porque creo que allá el deporte no está bien estructurado, nos falta crecer mucho en ese aspecto. Hay excelentes deportistas a los que no se les reconoce o apoya solo hasta que han triunfado afuera. En mi caso fue así. Los primeros en creer en mí fueron los de la ITU (Unión Internacional de Triatlón), y una vez que ellos me reconocieron, ADO Chile comenzó a apoyarme.

¿Es cierto que te ofrecieron la nacionalidad australiana? Es un tema que no me gusta comentar, fue algo que se abrió y se cerró. Al final dije que no, porque en Chile se han portado muy bien conmigo. Así que mientras cumplan su palabra, yo me mantengo muy agradecida. Aunque definitivamente aún nos falta mucho para desarrollar el deporte nacional como debiera ser.

¿Qué nos falta? Estructura e identidad nacional. Para empezar no hay una correcta escala de prioridades respecto a qué hacer con el dinero del que se dispone. Hay platas, pero no un orden o estructura para invertirlos, entonces los fondos no se administran bien. Por otro lado, en Chile siempre se está mirando para afuera. Lo que tenga el del lado siempre va a ser mejor. Como deportista tienes que tener éxito en el extranjero para que te apoyen en tu país.

DÍA A DÍA 
Bárbara se levanta todos los días a las 6 de la mañana, a las 7 tiene su primera sesión de entrenamiento. Después desayuna. A mediodía tiene otra sesión. Almuerza. A media tarde es la última sesión y luego queda libre para irse a su casa. A lo que debe sumar masajes de recuperación.

Pero el día no termina ahí. «Llego a mi casa y no hay un plato de comida caliente esperándome como sería si estuviera viviendo con mi familia. Tengo que cocinar, ordenar, limpiar y cumplir con todos los quehaceres típicos de una casa», dice. Tiempo para la vida social queda, aunque poco. Es por eso que Bárbara dice ser de pocos amigos, pero buenos.

Debe ser agotador. Por supuesto que hay días que llego con ganas de no hacer nada, pero es lo que yo elegí y tengo que asumirlo. Tener claro lo que quiero y amar lo que hago es lo que me da las fuerzas para perseverar y no descansar hasta cumplir mis metas.

¿Tienes planes de retomar la universidad? Sí, quiero retomarla, pero no en Chile, en Australia. Creo que el nivel académico es mejor acá.

¿Y te gustaría volver algún día a Chile? Quizás a estabilizarme cuando forme una familia… Me gusta vivir el día a día. Todavía me quedan muchas aventuras por experimentar, así que no me quiero poner límites aún. Esa etapa ya vendrá con los años. Si el destino dice que tengo que volver a Chile, así será.

Marcas más importantes


1° lugar de la World Championship Series de Lausana, Suiza (2011).
12° lugar de la World Championship Series de Londres, Inglaterra (2011).
5° lugar de la World Championship Series de Hamburgo, Alemania (2011).
2° lugar de la World Championship Series de Sídney, Australia (2011).
5° lugar de la World Championship Series de Kitzbühel, Austria (2011).
5° lugar de la World Championship Series de Madrid, España (2011).
1° lugar Juegos Odesur, Colombia (2010).
25° lugar Juegos Olímpicos Beijing (2008).

 

 

 

Fuente: La Tercera