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Actualidad

«Cada día nos estudian más»

Lucía Fresco, la goleadora de las Panteras, asegura que los rivales empezaron a respetar a la Selección de vóley.

Lucía Fresco, la gigante goleadora de las Panteras, asegura que los rivales empezaron a respetar a la Selección de vóley en este Grand Prix.

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En Hong Kong hay un nuevo rascacielo argentino. Es Lucía Fresco, 1,93 metro de altura, rubia, risueña, entrerriana. Es la opuesta de la Selección femenina de vóley. Es quien por estas horas puede mirar la vida desde un poco más arriba: no sólo por el buen momento de las Panteras, sino que también porque con 41 puntos es la máxima goleadora del equipo.

¿Cómo será caminar como si tuviera zancos dentro y fuera de la cancha? Un placer, dirá Lucía. «Me gusta ser alta. Aprendí a valorar mi cuerpo. Al principio era complicado. En la escuela primaria los chicos eran crueles, yo siempre sobresalía y me mandaban última en la fila. Pero luego pude sacar provecho de mi físico. La altura es algo positivo que tengo», explica lo que seguro debe explicarle a todo aquel que la mira desde un par de cabezas más abajo.

Lucía tiene los genes de su papá, un médico sin oficio para el deporte que mide 2,05 metros. A los 11 años, al notarse más alta que el resto, empezó a jugar al vóley en un equipo de Chajarí. Luego, la Selección, Boca y el SC Potsdam. La última temporada fue la goleadora de la liga alemana. «Nada es casualidad, todo lo contrario. Al ser tan alta es difícil la coordinación, controlar el cuerpo. He llegado gracias al intenso trabajo», asegura con orgullo bien lungo.

Hace un tiempo, Josefina Fernández, otra de las Panteras, le dijo que quería llamarla Rusa. Hoy Rocío Fresco ya no es Rocío Fresco. Es la Rusa. Y la Rusa lleva el gol en la sangre. «Es la sensación más linda del vóley. Al ser opuesta, recibo mucho juego, mucho armado. Siento la necesidad de buscar el piso. Si no ataco es como que me falta algo».

Con esos principios, la Rusa sueña con que sus pelotas sigan tocando el piso en este torneo Grand Prix. «Estamos pasando un gran momento como equipo. Sentimos que cada día nos estudian más los rivales. Se nota la energía del equipo. Esperemos que salga todo bien y que logremos voltear a algún contrario más».