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Carla Lucero, el gran triunfo de volver a empezar

La cancha número 3 de River acapara la atención de todos. Las miradas se dirigen a Carla Lucero. Ella se mueve con naturalidad. Impacta la pelota de drive. Prueba con el revés. Corre. Va a la red. Retrocede. Tira un smash. Juega largo y corto. Se le va ancha. Se equivoca. Se fastidia. Corrige. Acierta. Saca, ace. Festeja cada punto. Como antes, como siempre, como si nada hubiese pasado.

La sonrisa de Lucero es inocultable. Disfruta, se divierte. Es feliz. El optimismo la ayudó a salir adelante. A volver a soñar: entrar a un court, a su lugar, a su casa. Pero no para pasar el rato. Volvió para ser protagonista. El accidente automovilístico que casi le cuesta la vida en febrero es sólo un recuerdo. Porque sólo piensa en la raqueta. La agarra con la mano derecha. La aprieta. No la suelta, jamás. Habla, cuenta la tragedia, describe la recuperación, pero la raqueta no la deja. Es suya. Muestra las heridas de un pasado doloroso. ¿Tiene la raqueta pegada a la mano? Ah no, ahora la cambia a la izquierda. Pero no la suelta. «Dicen que cuando soñás mucho con algo, se cumple. Y yo soné, soné tanto con mi vuelta, con poder tener la raqueta en la mano… Fue un deseo muy grande», dice Lucero, de 22 años. Su rostro se ilumina, sonríe, agita los brazos, quiere explicar todo lo que siente. No puede, obvio. No hay palabras para semejante triunfo.

Dos fechas de 2012 quedarán marcadas para siempre en la vida de la tenista cordobesa. Jueves 9 de febrero. Lucero iba rumbo a Río Cuarto a visitar a su familia, cuando el ómnibus en el que viajaba fue embestido por un camión en la ruta 36, a pocos kilómetros del pueblo de Alcira Gigena. Una luxación en la cadera izquierda y una fractura en la pierna derecha dejaron a la joven tres meses sin caminar (un mes en silla de ruedas y dos en muletas). Lunes 16 de julio. «Ése fue uno de los días más felices de mi vida. Después de cinco meses agarré la raqueta. Fueron apenas 20 minutos, pero para mí fue todo. Fue como volver a nacer», relata Lucero.

El regreso de la tenista era una incógnita. Había posibilidades de que no volviera a jugar. Pero ella se tenía mucha fe. Desde la camilla en el hospital ya preguntaba si estaría en el próximo torneo. «Estuve muy bien rodeada y tomamos la decisiones correctas. Si bien estaba muy ansiosa por jugar, nunca nos apuramos. La idea es seguir probando de esta manera para ver cómo responde el cuerpo», asegura Lucero.

Cómo volver a una cancha, que fue tu hogar desde los siete años, después de que la muerte te tiene match point en contra. «Fue muy difícil. La verdad es que nunca tuve miedo, sólo dudas. Cómo me iba a mover, como iba a pegarle a la pelota, si los movimientos iban a ser naturales. Pero todo salió como esperaba. Siento que estuve afuera sólo un fin de semana», dice Lucero, cuyo mejor registro fue 371° del mundo, en junio de 2010.

La cordobesa está retomando la vida que tuvo siempre. Pero un golpe grande siempre deja enseñanzas. Nada es igual. La mirada es otra. Y aquellas pequeñas cosas tienen un valor primordial. «Las piernas son mi herramienta de trabajo. Correr y caminar es un privilegio. Ya no dependo de alguien que me lleve en una silla de ruedas», reconoce Lucero.

La riocuartense es muy competitiva. Se enoja por cada punto fallado. Y, si es necesario, descarga su bronca con un raquetazo al alambrado. Enseguida se recompone. Avanza, gana. Sueña con el tenis, con su carrera profesional, con el número uno del mundo y con Wimbledon. Lucero no lo dice, pero lo sabe. Ella ya ganó, porque volvió.

BUSCA LA FINAL EN EL MASTERS DE RIVER

Carla Lucero (816a de la WTA) regresó al tenis oficialmente en el Masters femenino profesional de la Asociación Argentina de Tenis, que se desarrolla en River durante esta semana. Hasta aquí, la cordobesa cosechó cuatro triunfos y pasó a las semifinales del certamen. Ayer venció a Macarena Asensos por 6-1 y 6-2, y luego a Guadalupe Moreno por 6-4, 1-6 y 6-2. «Me estoy sintiendo muy bien. Me falta un poco de ritmo en los peloteos largos, pero estoy contenta porque me desplazo rápido», afirma Lucero. Hoy buscará el pasaje a la final ante Tatiana Bua, a las 11.