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El tenis femenino argentino gana, se recupera pero no tiene sponsor

En Parque Roca, y con 2000 personas (se vendieron 200 tickets), el equipo argentino se puso 2-0 ante China y quedó a un paso del ascenso. Pero todavía falta mucho trabajo comercial para equiparar a la Fed Cup con la Davis.

Como axioma de trabajo, se dice que ser deportista femenina es triplemente más difícil que nacer varón. Y en el tenis, este axioma parece duplicarse. La tentación de las comparaciones es inevitable. La Fed Cup es, entre las mujeres, el equivalente a la Copa Davis de los varones. Pero las similitudes son mínimas. Sobre todo, porque la prueba femenina no tiene ni por asomo la tradición y el ambiente único de la Davis. Ese contraste sirve de parámetro: hace dos semanas, más de 40.000 personas coparon Parque Roca a lo largo de tres días para alentar a los varones; ayer, el Gigante de Villa Soldati contó con 2000 espectadores para ver la primera jornada la serie entre la Argentina y China. Esa cifra, irrisoria en la Ensaladera, vale mucho para el tenis femenino de nuestro país. Porque es un número sólo comparable a series históricas, como aquella contra Australia, en Tucumán, con Gaby Sabatini, en 1995, o más cerca en el tiempo, contra la Francia de Mauresmo (2003), en el Buenos Aires, y no mucho más.

De inmediato, debe aclararse: según fuentes oficiales, sólo se vendieron 200 tickets, incluso cuando la entrada más cara (30 pesos) costaba apenas la cuarta parte de lo que costaba la más barata en la Davis; el resto ingresó con invitaciones. Sin difusión oficial, allegadas al equipo y ex jugadoras trabajaron intensamente a través de las redes sociales para reunir la mayor cantidad de gente posible. Y lograron ese objetivo. Y así, 2000 personas, con bombos, banderas y mucho cotillón celeste y blanco, vieron cómo la Argentina quedó a un paso del ascenso al Grupo Mundial II, con un 2-0 sobre China rubricado por Paula Ormaechea, vencedora de Yi-Miao Zhou por 6-2 y 6-2, y Florencia Molinero, que derrotó a Qiang Wang por 6-3 y 6-4.

Ante la fuerte convocatoria, Ormaechea admitió: «Creo que vino mucha gente e hizo mucho ruido, fue una experiencia muy linda para mí, aunque mi tenis no fue lo que esperaba». Molinero, aún invicta en singles en la Fed Cup (9-0), contó: «A mí me encanta jugar por el país, y este ambiente me motiva mucho». Hoy se completará la llave con dos singles y el dobles; desde las 10.45, Ormaechea buscará el tercer punto ante Wang. Hasta aquí, las chicas elegidas por la capitana Bettina Fulco respondieron bien, más allá de las ausencias de Gisela Dulko -por propia decisión- y de Paola Suárez. Y teniendo en cuenta, por supuesto, que China presentó un equipo notoriamente inferior a su potencial.

La Fed Cup arroja otra certeza: en lo económico, es irremediablemente deficitaria. Esta serie, a pesar de que se recortaron varios gastos, incluida la decisión de jugar en Parque Roca para mantener la estructura que dejó la Davis, dejará un déficit superior a los 320.000 pesos. El prize money que otorga la ITF -unos 18.000 dólares- queda como premio para las jugadoras. Sobre el desinterés de las empresas en apoyar al seleccionado femenino de tenis, Héctor Romani, vicepresidente ejecutivo de la AAT, expresó: «Es un tema difícil. Nosotros, como Asociación, tenemos que ponerle el pecho, pero para esta serie, la organización es la misma que tuvo la Copa Davis». YPF es, desde hace tiempo, y por dos años más, el team sponsor de la Davis y también del equipo junior de varones, pero su apoyo no llega a las mujeres. «Es una decisión nuestra que no esté. Queremos que el auspiciante de las chicas sea una marca vinculada a lo femenino. Si la Argentina asciende, quizás el año próximo ellas tengan también un team sponsor», señaló Luis Criscuolo, director general del grupo Havas Sports, socio comercial de la AAT.

Aun cuando los números no cierran, es evidente que hay un intento por revitalizar el tenis femenino en nuestro país; en la búsqueda de una nueva mística las chicas de la Fed Cup trabajan a pulmón y con esfuerzo. Ellas también quieren cambiar la historia.