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«La Barbie de Acero», confiesa: «Me gusta ser boxeadora, pero femenina»

La actual Campeona Supermosca de la Organización Mundial de Boxeo contó que no tiene ni promotor, ni manager y que ella se encarga de organizarse todas las peleas. carolina_duer_ladeportista De chica, Carolina Duer jugaba con muñecas y soñaba cómo iba a ser su futuro como tantas otras nenas. De grande, empezó a buscarlo por todos lados con la libertad que le daba un presente sin necesidades. Y lo encontró dentro los límites de un cuadrilátero. Ahora la muñeca es ella porque dentro del ring es “La Barbie de Acero”. “Más allá de los entrenamientos y las peleas me encargo de organizar las veladas de boxeo y buscar los sponsors. Me gusta producir, me siento activa”, le contó a Brenda Brecher, periodista de Canal 26 que la entrevistó para el especial «Con voz de mujer». Carolina entró al mundo del boxeo en 2003 cuando tenía 23 años. Había acompañado a una amiga a la Federación de Box que quería interiorizarse acerca de cómo eran los entrenamientos y cuando conoció al que hoy es su entrenador la invitó a que se sumara a las prácticas. “Fue muy raro porque si él no me hubiera visto y no me hubiera hablado en ese momento, nunca habría sido boxeadora y mucho menos campeona mundial”, admitió. Hoy Carolina ostenta el ítulo de Campeona Supermosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) que le ganó por puntos a la italiana Loredana Piazza el 17/12/2010. La boxeadora recordó que ella sólo quería entrenar para bajar de peso y que no estaba en sus planes convertirse en profesional del box. “Era gordita y no tenía cuerpo de deportista. Había hecho remo y esquí acuático. Me había anotado en 20 gimnasio y nunca iba”, remarcó. La primera vez que su papá la vio pelear fue en el campeonato mundial, que se disputó en Entre Ríos, en el Casino Victoria. “Vino a la pelea pero no la pudo ver en el salón y la vio en la pieza en la tele. Y me dijo ‘no sé qué me da más impresión, si ver que te peguen o ver como vos le pegás a la italiana’ ”, contó. Ella no tiene ni promotor, ni manager, ella se encarga de organizarse todas las peleas, al igual que el reconocido “Acero” Cali. “De ahí fue que me pusieron de apodo La Barbie de Acero”, relató. “A mi me gusta ser boxeadora, pero femenina. Soy mujer a toda hora, quiero estar linda y estar bien como toda mujer”, se justificó esta rubia de ojos verdes que llama la atención arriba y abajo del ring. A los 33 años, Carolina confesó que está soltera: “Tengo un carácter fuerte, complicado y la mayor parte del tiempo estve sola, sin pareja. Y estar al lado de una mujer que está todo el día rodeada de hombres, no es fácil”. Ella no sólo le pone el cuerpo al boxeo sino que también le pone su mente, su alma y pasión. Y sigue peleando para poner a los prejuicios contra las cuerdas. “El boxeo también puede ser una actividad recreativa y le recomiendo a las mujeres que lo prueben”, dijo. Antes de dedicarse de lleno al boxeo, Caro se ganaba la vida en el rubro de la gastronomía. Trabajó en varios restaurantes, supo tener un programa de cable sobre tragos y hasta logró la concesión del bar de Ideas del Sur, la productora de Marcelo Tinelli.