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La kazaja a la que Buenos Aires le sienta bien

Shvedova, la tenista que eliminó a la última campeona de Roland Garros, tiene un coach argentino y se entrenó en Buenos Aires. Su historia. Galería de fotos.

A Yaroslava Shvedova Buenos Aires le sienta bien. Es que la kazaja, sorpresa en Roland Garros por haber dejado en el camino a la china Na Li, realizó en diciembre su pretemporada entre Las Cañitas, Núñez y Vicente López. Al país llegó por consejo de su entrenador, el argentino Emiliano Redondi, y a partir de entonces su tenis no dejó de dar señales de mejoría.

“Cuartos de final, bebé! No hay otras palabras para esto”, publicó en su cuenta de Twitter luego de su triunfo sobre la campeona defensora del título en los cuartos de final del Grand Slam parisino. Y es que pese a que en el circuito femenino las sorpresas sean una constante, Shvedova pudo, desde su puesto número 142 del ranking de la WTA, acceder al torneo luego de jugar la qualy, fracturar “la muralla china” y convertirse en la única tenista de Kazajistán en meterse en el grupo de las ocho mejores de un Grand Slam. Aunque en cuartos terminó cayendo ante la checa Petra Kvitova, Yaroslava se va con un buen recuerdo de París.

Una dupla que funciona. Luego de entrenar al correntino Leonardo Mayer entre 2008 y 2010, Redondi retomó el trabajo con Shvedova a fines del año pasado. El contacto llegó por medio del manager de la tenista, quien luego del US Open confeccionó una lista con posibles candidatos. Las referencias que Shvedova tenía del argentino eran muy buenas, por lo que un domingo, según contó la tenista al blog del periodista Quique Cano Primer Servicio, se reunieron y decidieron trabajar con él y su equipo, todos argentinos. “Emiliano trabaja con su equipo y no hubo inconvenientes en que lo siguieran haciendo o probar nuevas cosas. Él me preguntó si yo no tenía problemas en viajar a Buenos Aires y lo hice sin ningún problema”, explicó Shvedova.

Shvedova empezó a trabajar con Redondi en la gira asiática de septiembre. El objetivo era volver -luego de haber alcanzado el puesto número 29 del ranking en 2010 y caer después hasta el 257 consecuencia de una lesión en la rodilla- a ubicarse entre las mejores cincuenta. La kazaja no renegó a la hora de participar en torneos chicos y en marzo cosechó su primer triunfo desde 2008 en singles al coronarse en el Abierto Femenino de Poza Rica, un torneo que reparte 25 mil dólares en premios. Su recuperación de la mano de Redondi toma dimensión si se considera que a Slava, luego de su operación de meniscos en enero de 2011, le costó retomar su buen juego: en seis meses, logró apenas 4 triunfos en 18 partidos. El triunfo sobre Na Li confirmó el buen rumbo.

Verano porteño. Shvedona se instaló en diciembre de 2011 en Buenos Aires. Pasó un mes realizando la pretemporada en la ciudad, transitando en bicicleta las calles que separaban el departamento que ocupó en Las Cañitas, el gimnasio en Núñez y las canchas del Centro Asturiano, en Vicente López. Adaptarse a una nueva rutina en un país extraño no le resultó complicado a la joven de 23 años nacida en Rusia. “Cuando era chica vivía en Chernogolovka, una ciudad pequeña a 40 kilómetros al norte de Moscú, y usaba la bicicleta para ir a entrenarme. Lo mismo hacía mi padre para ir a trabajar. En Moscú lo mismo, y ya tengo la costumbre del tránsito de allí. Nada me iba a preocupar”, le contó a ESPNDeportes.

Pasión heredada. Moscú fue la ciudad que vio nacer a Shvedova, un 12 de septiembre de 1987. A los seis años, la joven que hoy alcanza el metro ochenta de estatura y asegura que no tiene una superficie favorita, probó los golpes con la raqueta por primera vez. A los ocho, su padre, entrenador profesional, comenzó a guiarla en el deporte. “He tenido un buen número de entrenadores a lo largo de mi carrera, pero mi padre aún se involucra y me ayuda con mi tenis”, cuenta Slava en su página web oficial. Vyacheslav no fue el único personaje determinante en la futura carrera de la niña Shvedova: Nurziya, su madre, fue campeona mundial en maratón de 100 kilómetros. Cuando ella salía a correr, la pequeña la acompañaba a bordo de su bicicleta para poder seguirle el ritmo.

Rusa de nacimiento, Slava decidió asentarse y representar a Kazajistán cuando la asociación de tenis de ese país se lo pidió en 2008. “Para mí fue una gran oportunidad para poder participar de los Juegos Olímpicos, del equipo de la Fed Cup y también para poder ser una jugadora top para el país. Estoy muy orgullosa de jugar para Kazajistán y es fantástico que estemos empezando a ser reconocidos por nuestro tenis”, cuenta la jugadora en su sitio web. Profesional desde 2005, Shvedova, quien se consagró como doblista en los abiertos de Wimbledon y de Estados Unidos en el 2010 junto a la estadounidense Vania King, se ilusiona con participar de los Juegos Olímpicos de Londres y llevar una medalla a su país. Pero para llegar hasta allí todavía tiene camino para recorrer y de a poco demostrar, como lo hizo frente a Na Li, por qué puede estar entre las mejores.

 

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