La renovada maquinaria contra el doping

Por primera vez en los Juegos Olímpicos, en Londres se utiliza el pasaporte biológico; la persecución de los supuestos infractores llegó a tal extremo que obligó a la desviación de normativas conocidas.

«Queremos proteger la integridad del evento.» La frase de John Fahey, presidente de la Agencia Mundial Antidoping (WADA), transmite una magnanimidad indiscutible. Protección e integridad. Son dos palabras muy positivas. ¿De qué hay que protegerse? y ¿quién establece los parámetros de la integridad a la que hace referencia?

Se habla de doping. Y de la maquinaria que se mueve detrás de las drogas para poder detectarlas. La novedad es el pasaporte biológico, que se está utilizando en Londres 2012 por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos.

Pensemos el tema de manera práctica. En el origen de la competencia alguien utilizó una sustancia para sacar ventajas. Luego otra persona consideró que eso era desleal. Y más tarde se estableció un reglamento para castigar a los que se drogaban. Hay quienes están de acuerdo con esta norma, hay quienes no.

Pero lo que está pasando en el deporte de estos días no puede analizarse con tanta sencillez. La especificidad, precisión y contundencia en la persecución de los supuestos infractores llegaron a un extremo tal que incluso obligaron a la desviación de las normativas conocidas.

La WADA publicitó que aquí entre los Juegos Olímpicos y Paralímpicos habrá 6250 controles, un récord para la competencia. Los exámenes estarán a cargo del laboratorio GlaxoSmithKline, empresa farmacéutica internacional de origen británico.

Puede estar fresco el recuerdo del nombre, ya que la compañía fue multada en la Argentina con un millón de pesos por no respetar los aspectos formales del «consentimiento informado» de los padres de 14.000 chicos que fueron vacunados en Mendoza, San Juan y Santiago del Estero. En aquel caso, a pesar de varias denuncias, el Ministerio de Salud de la Nación, Glaxo y voceros judiciales negaron que la muerte de 20 bebes en Santiago del Estero tuviera relación con las pruebas de la vacuna.

El equipo que lleva adelante los controles antidoping cuenta con unos mil miembros del Comité Organizador y otros 150 profesionales que se dedican exclusivamente al tratamiento de los análisis. El laboratorio, que provee todos los elementos, trabaja las 24 horas del día en el Drug Control Center de la Universidad de King’s College de Londres, bajo la dirección del profesor David Cohan.

Además de los 6250 controles aquí, los archivos del pasaporte biológico reúnen más de 71.000 pruebas. Todo cuesta dinero. La inversión para tener un deporte sin drogas puede ser también un gran negocio para aquellos a los que les asignan el trabajo.

Pero más allá de los controles tradicionales, desde 2004 las pruebas se guardan en otro laboratorio en Suiza, y cuando nuevas sustancias son registradas y caratuladas como prohibidas se repiten los análisis, con la posibilidad de sancionar hasta ocho años después a un atleta.

Con este método, la IAAF desclasificó de Londres 2012 a Inna Eftimova (Bulgaria) y a Nataliya Tobias y Antonina Yefremova (ambas de Ucrania) por controles efectuados en Daegu 2011. En el primer caso se registró una hormona de crecimiento que no se analizaba el año pasado; en los dos siguientes fueron encontrados valores de testosterona que no habían sido detectados en el primer examen hace un año.

De todos modos, la gran novedad es el pasaporte biológico. ¿En qué consiste? Se reúnen los resultados de análisis de cada deportista, más factores personales (la producción endógena de sustancias es variable en cada ser humano) durante varios años. Se crean tres perfiles diferentes derivados de los resultados de los controles de sangre y orina (hematológico, esteroideo y endocrinológico). Con estos perfiles se establecen parámetros que permiten detectar variables y cualquier anomalía entre una prueba y la siguiente.

El pasaporte no busca sustancias prohibidas, sino variaciones que permitan detectar que se incurrió en algún cambio fisiológico o químico en el cuerpo del atleta. ¿Qué pasaría si un atleta fuera suspendido y más tarde se confirmara que los cambios de los valores de su organismo se debieron a una enfermedad? Difícil decirlo. Por ahora, la WADA avala la fiabilidad de pruebas del pasaporte.

En el Código Mundial Antidoping se incluyó un comentario en el punto 2.2 que permite utilizar las proyecciones del pasaporte biológico para sancionar a un atleta: «?en todos los casos, el uso o intento de uso de una sustancia o método prohibido puede determinarse por cualquier medio fiable, como por ejemplo conclusiones obtenidas de los perfiles longitudinales u otros datos analíticos que de lo contrario no reunirían todos los requisitos para demostrar la presencia de una sustancia prohibida».

La evolución tecnológica de las drogas deportivas está siempre por delante del sistema de detección. Con este nuevo método se puede observar la presencia en el cuerpo de una variación aun desconociéndose la droga o el método que se eligió para doparse.

El problema es que el pasaporte biológico sólo señala la probabilidad de doping. El deportista no puede defenderse. Se lo castiga por la anomalía, pero no por haberse encontrado una sustancia prohibida. De esta manera, desaparece la presunción de inocencia, yendo contra las leyes de muchos países.

En Londres son cinco los deportes que están usando el pasaporte: atletismo, natación, pentatlón, ciclismo y triatlón.

Poco antes de comenzar los Juegos, la IAAF sancionó a seis atletas por anomalías en sus perfiles hematológicos respecto de los datos contenidos en sus pasaportes biológicos. Los sancionados -y expulsados de Londres- fueron Abderrahim Goumri (Marruecos), Irini Kokkinariou (Grecia), Meryem Erdogan (Turquía) y Svetlana Klyuka, Nataliya Yulamanova e Yevgeniya Zinurova (Rusia).

Es curioso que cuando se habla de estos temas los organismos oficiales utilizan las expresiones «guerra» o «batalla» contra las drogas, cuando lo que buscan proteger es una actividad en la que el permanente mensaje es fomentar la paz y la unidad.

Si tienen jeringa, los sancionan
La nueva reglamentación olímpica indica que los atletas que tengan jeringas en su poder serán sancionados; el derecho está permitido sólo a los médicos de los equipos. Por eso, cada deportista firma un formulario en el que se compromete a respetar todos los ítems de los controles antidoping.

Orígenes del tan mentado pasaporte
La utilización del pasaporte biológico fue autorizada por primera vez por la UCI, en 2008; luego se sumaron la Agencia Antidopaje de Londres, en 2010 y para poder aplicar sus normas en los Juegos. Más tarde, en 2011, se agregaron el atletismo (desde el mundial de Daegu) y la natación (Mundial de Shanghai).

UNA UZBEKA, EXPULSADA

La gimnasta Luiza Galiulina fue expulsada de los Juegos Olímpicos de Londres tras dar positivo en un control antidoping, informó el COI. Galiulina dio positivo por el diurético furosemida en un control de orina realizado el 25 de julio, dos días antes de la inauguración de los Juegos.