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«No soy una mujer deportista, soy deportista»

La inequidad de género en términos salariales

La inequidad de género en términos salariales también es una realidad en el deporte. Una marca de ropa denuncia esa falta de paridad en una campaña publicitaria protagonizada por una boxeadora.

Una conocida firma de ropa deportiva acaba de lanzar su campaña publicitaria bajo el título de ‘I’m a Boxer’, que en español bien se podría traducir como ‘soy una boxeadora’ o ‘soy un boxeador’, a pesar de que quien protagoniza el comercial es una mujer.

Con este juego de palabras, el video, dirigido por Claire Edmondson, aborda el arraigado sexismo que impera en casi todas las disciplinas deportivas. También el mal uso de la terminología para designar a las deportistas que practican deportes mayoritariamente masculinos, de ahí que el lema principal de esta campaña sea: “No me llames una mujer boxeadora. Soy boxeadora”.

«Me imagino haciéndolo lo mejor que puedo, me imagino ganando. Imagino un mundo donde no importa si eres chico o chica, sino lo bien que juegas», expone la protagonista del comercial al inicio del mismo. La frase resume la situación de inequidad de género que padecen las mujeres en el deporte frente a sus compañeros hombres por una cuestión de género.
Si bien es cierto que cada vez son más las deportistas que reciben el  reconocimiento que merecen por su buen hacer en sus correspondientes disciplinas, la brecha salarial entre hombres y mujeres se mantiene. Los diez deportistas mejor pagados del mundo son hombres, como recogió Forbes en su ranking el año pasado. El boxeador Floyd Mayweather lidera el ranking con sus 105 millones de dólares anuales.

Hay que asomarse al puesto 22 para encontrar a la primera mujer de la lista, la tenista Maria Sharapova. Se estima que sus ingresos anuales son de 24,4 millones de dólares al año, frente a los 56,2 millones que gana Roger Federer, el tenista mejor pagado del mundo, o Rafael Nadal, el segundo, con 44,5 millones.