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Serena Williams cayó ante Roberta Vinci y no podrá lograr el Grand Slam

La norteamericana perdió en las semifinales del US Open frente a la italiana 43 del ranking, quien mañana definirá el título contra su compatriota Flavia Pennetta.

Tiembla el cemento del estadio Arthur Ashe. Allí, Serena Williams perdió una semifinal impensada con la italiana Roberta Vinci, 43° del ranking, quien le dio vuelta un partido que la mejor del mundo había arrancado arriba por un contundente 6-2 en el primer set para clasificarse a la final, donde enfrentará a su compatriota Flavia Pennetta, también debutante en finales singles de Grand Slams al eliminar a la segunda mejor tenista de la WTA.

El de Vinci fue un golpe al tenis femenino. A sus 32 años, la italiana le impidió a Serena Williams lograr los cuatro torneos de Grand Slam en la misma temporada, algo que no sucede desde que Steffi Graf lo consiguió en 1988. Y que por lo menos seguirá así por un año más. Después de perder 6-2 el primer set, en un arranque que parecía perfecto para Serena, Vinci creció en su juego y se le animó a un gigante. Ganó los siguientes dos parciales por 6-4 y festejó con lágrimas en los ojos haber clasificado a la final en el patio de la casa de las hermanas Williams.

Será una final completamente italiana. Sucede que antes Flavia Pennetta, la 26° del mundo, no le dio chances a la rumana Simona Halep y en 59 minutos la barrió de la cancha para alcanzar su primera final como singles en un Grand Slam. Lejos estuvo la número dos de la WTA de aquel nivel que mostró para superar a la dos veces finalista Victoria Azarenka en cuartos de final, por 6-3 4-6 y 6-4. Esa vez la interrupción por lluvia fue una aliada clave de la rumana, que perdía 3-1 en el tercero, y el descanso le permitió recuperar fuerzas y volver a tener el control del juego.

Pero esta vez, nunca encontró su tenis y Pennetta no le dio chances. A pesar de los nervios por enfrentar a la segunda favorita, la experimentada italiana salió con un plan de juego nítido y sin fisuras. Una Halep atada y errática pagó demasiado caro el mal comienzo.

Roberta Vinci